El envejecimiento es una realidad, otra etapa vital, y para llevarlo mejor hay que cuidarse y ser una persona activa dentro de las posibilidades de cada uno. Tanto para las personas mayores que vivan en residencias o que acudan a centros de día, como las que no, la terapia ocupacional es muy recomendable al llegar a ciertas edades.
La principal finalidad de esta terapia es promover la independencia y la autonomía de los más mayores a la hora de desempeñar las tareas diarias, para contribuir a que se sientan independientes y que tengan una mayor calidad de vida.
La terapia ocupacional abarca diversas actividades del día a día como que los mayores se vistan y se aseen solos hasta desarrollar sus habilidades comunicativas y sus relaciones con los demás.
Además la terapia ocupacional también es una manera de ocupar el tiempo libre y de tener una obligación a la que acudir, a través de ejercicios físicos, talleres y actividades artísticas se potenciará y desarrollará la capacidad cognitiva.
Hoy en día la mayoría de los centros sociosanitarios o residencia ofrecen sesiones de terapia ocupacional a sus usuarios o residentes, con las nuevas tecnologías e innovadoras terapias se consiguen resultados fantásticos.
Con estas técnicas se mejora la autoestima de los más mayores, hay muchas terapias que van desde las que se centran en el ejercicio físico hasta las más lúdicas como musicoterapia o talleres de manualidades.
Entre los múltiples beneficios de la terapia ocupacional se encuentran el retraso del envejecimiento, la prevención de lesiones físicas, permitir el desarrollo de destrezas motrices o trabajar la memoria.
También posibilitar a las personas mayores que lleven a cabo actividades como el cuidado de su imagen por sí solas, mejorar la relación con sus familiares o enseñarles a usar las nuevas tecnologías, en resumen, su integración.